martes, 14 de agosto de 2007

Carcassonne

Este fin de semana como he tenido visita familiar, decidí hacer otro de mis ya numerosos intentos de hacerles jugar a un juego de mesa en lugar de estar embobados mirando la televisión (pongan lo que pongan), así que después de mucho insistir conseguí que se sentaran alrededor de una mesa y escucharan pacientemente las fáciles y escuetas instrucciones de este gran juego, Carcassonne.

En la primera partida (sí, hubo más de una :-)), veía que todos estaban muy callados, colocando las fichas en sus turnos correspondientes, preguntando de vez en cuando si esto se puede hacer así o asá, pero muy serios y pensativos. En un principio pensé que se estaban aburriendo como ostras y que el juego les parecería excesivamente sencillo, para niños incluso.

Por supuesto, gané yo, eso no fue ninguna sorpresa, lo que sí me sorprendió es que al acabar y disponerme yo a guardar las piezas, alguien dijo: "¿jugamos otra?" y otro de los jugadores añadió, "mmh, ¡no está mal!". Os aseguro que no suele pasar.

Así hablando del tema, les comenté que había un par de extensiones del juego, total que me convencieron (como si hiciera falta mucho para convencerme) para ir a comprar una en ese momento. Ya en la tienda vimos las dos extensiones, la Extensión de Posadas y Catedrales y la Extensión Marchantes y Maestros, me decidí por la primera y la compré por 13€. Leyendo las nuevas instrucciones, con la extensión vi que mejoraba mucho el juego con penalizaciones si no terminabas de completar un castillo con una catedral en su interior o un camino con un lago a su orilla.

Al final en total fueron 4 partidas de las cuales yo gané 3 y la otra me quede a sólo un puntito, sé que no tiene mérito jugando con novatillos pero tenía que decirlo, jeps!